Asociación para el estudio de temas grupales, psicosociales e institucionales

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A. Bauleo y M. de Brasi: Un abanico de intenciones


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Un abanico de intenciones

Armando Bauleo y Marta de Brasi

Aclaración
Este artículo fue realizado teniendo en cuenta el Proyecto de Ley Marco de Salud Mental, presentado en una Jornada dedicada al tema de la Salud Mental, en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina.
La misma se llevó a cabo durante el ejercicio de la función (2003-2007) de la Diputada Lic. Marta De Brasi.
Sobre esta temática se ha realizado un video cuyo titulo es: “Transformaciones de las Instituciones. Al rescate de la razón”, con ocasión de la presentación de dicho Proyecto de Ley.
Participaron del mismo el profesor Armando Bauleo y diversas autoridades en el campo de la Formación, Justicia y de los Derechos Humanos, entre otras personalidades.

 

Intentemos una descripción de nuestro presente que incluya sus aspectos genealógicos para entender las acciones que se desarrollan actualmente en un área o proceso determinado.

Nuestra labor de desmanicomialización debe considerar la situación de quienes están ligados a una institución, ya que ella no se encuentra fuera de los sujetos, sino que se construye en una interiorización de esa estructura.

Por lo tanto esa labor de desmanicomialización involucra un arduo trabajo sobre las distintas subjetividades; individuales, grupales y familiares, y especialmente en la intersubjetividad armada en aquellos contextos institucionales. Observemos que en dicho proceso se produce una transformación de un bagaje de ideas costumbristas que se fueron formando -durante dos siglos- dentro de una tradición racionalista-biologicista con una moral judeo-cristiana, que indicó lo que se debe considerar lo malo y lo bueno sea en los sujetos o en ciertas circunstancias. El manicomio nació y se desarrolló en ese medio, fue y es una traducción institucional de aquel cuño.

Penetremos en el enjambre de elementos que hacen al proceso complejo de la desmanicomialización. Utilizamos para reflexionar sobre esa complejidad los elementos enumerados por Foucault (o sea el sistema de positividad analizado por él) cuando ensaya una historicidad de la locura, cuya visualización se hace imprescindible: “Todos los referenciales, la gama enunciativa, el retículo teórico, los puntos de elección que han hecho posible en su misma dispersión los enunciados médicos, los reglamentos institucionales, los procedimientos administrativos, los textos jurídicos, las expresiones literarias, las formulaciones filosóficas”

Creemos que ese proceso no se garantiza con sentencias de la OMS, OPS, u otras organizaciones nacionales o internacionales, sino más bien tomando en cuenta desde qué puntos de anclaje partieron las prácticas realizadas -dentro y fuera del país- en el marco de una búsqueda para lograr salidas del ámbito hospitalocéntrico o para establecer estrategias para enfrentar este proceso problemático.

Es decir no sólo el proceso de desmanicomialización es una cuestión de acabar con el manicomio sino también el cómo realizarlo.  La tendencia de hacerlo de inmediato sin ciertas evaluaciones sería una versión Reaganeana, versión que abandonó a su suerte y en la calle a miles de pacientes en Estados Unidos.

El modo de realizar aquel proceso nos obliga a reflexionar ante todo sobre los recursos que están en juego para re-ubicar, la locación y la atención, del usuario fuera del hábitat institucional y a su vez, una idea de cómo sería probable dialogar con él sobre una vía de resocialización o de inserción comunitaria.

Pero aquí se abren diversas perspectivas necesarias para llevarlo a cabo, entre ellas la de cómo la población nos suministra su solidaridad y colaboración. Para que esto se realice es necesario una información difusa y si es posible masiva sobre los cambios que se han producido en el campo psy.

Sería útil que la desmanicomialización  no se resuelva sólo en un ámbito profesional, sino que la gente tenga un conocimiento o se entere sobre lo que sucede en salud mental o mejor dicho que se enteren cómo se desarrolla un malestar o una crisis en el ámbito mental y cómo funcionan los instrumentos para tratarla.

¿Se sabe cómo llevar adelante una conversación con la gente fuera del léxico profesional?. Por ejemplo en el Hospital Estévez se están llevando a cabo dos tipos distintos de externaciones, ¿cuáles son sus diferencias y de qué manera se llevan a cabo?.

Se abren estas preguntas ya que hasta ahora no aparecieron claramente estos tipos de externación y cómo se desarrolló el lenguaje adecuado, el que sería útil para desenvolver aquella conversación antes mencionada, con la gente de la comunidad.

¿Qué es para la gente salud mental? Cómo hablamos con ellos (un camarero de restaurante, un ama de casa, un albañil, o sea todos aquellos que nos circundan en nuestra vida cotidiana) ya que tienen su opinión sobre la locura y los locos. Recordemos la labor a realizar en torno a los prejuicios, mitos, o con las actitudes de exclusión y rechazo, incluyendo la transferencia institucional de la población en su vinculación con las instituciones. Con respecto a la externación sería interesante saber cómo se elabora con los ex pacientes un consentimiento informado.

Nietzsche nos informa: “Es la gratitud de un convaleciente que alcanza su inesperada curación. Gaya Ciencia ¿qué significa si no las saturnales de un espíritu que resistió pacientemente una terrible y larga presión-paciente, severa, fríamente, sin doblegarse, más sin esperanza, y ahora, de repente, se ve invadido por la esperanza, por la esperanza de la curación, por la embriaguez de la curación?”.

Existe una cuestión sin elucidar cuando sentimos diversas opiniones sobre el proceso de desmanicomialización, ya que no aparece ni una mención sobre el lugar que ocupa una concepción de la enfermedad mental, de la cual aquel proceso se ocupa.

¿Cómo se instala un malestar psíquico? ¿cómo éste se desenvuelve?; varios autores señalaron la necesidad de una teoría de la crisis, ¿se tiene alguna hipótesis sobre la etiopatogenia (o como se la quiera llamar) del proceso de enfermedad?.

Las reflexiones anteriores son útiles para ubicar la labor que deben cumplir los distintos dispositivos de la Red; de la utilidad de un equipo interdisciplinario (que no es juntar simplemente diversos profesionales) y la  participación de cada uno de ellos en la estrategia del proceso del tratamiento. (Un ejemplo sería cómo el equipo elabora un diagnóstico de situación). Desde ya, más allá de una lucha sobre las jerarquías de la cual se empeñan las corporaciones, es necesario aprender que la coordinación de un equipo interdisciplinario la debe realizar quien conoce cómo hacerlo. Se debe respetar el accionar de los agentes de las diversas ciencias sociales, sobre todo en un grupo interdisciplinario en el cual es esencial una dinámica de las diversas profesionalidades y a su vez una flexibilidad en los roles. Las jerarquías sólo sirven para la burocratización y obstaculizar las estrategias o tácticas grupales que se van estableciendo.

En la Argentina existió una concepción sobre la Enfermedad Mental con la cual trabajamos hasta la llegada del terrorismo de estado, la cual articulaba distintos cuadros gnosológicos y a su vez orientaba la terapéutica. La pregunta es si ella subsiste o si otras aparecieron y cuáles serían estas otras.

Pero a su vez no podemos dejar de lado las tres instituciones que deben jugar en esta ocasión: la del Trabajo Social, la Justicia y la Economía. El Trabajo Social resulta importante para ayudar a despoblar el manicomio, dado que este tiene una función accesoria que es la de ser un albergue para gente sin techo y sin comida, a menos que alguien crea que ellos también son enfermos mentales.

Economía, debería ser claro que los recursos no son solamente los profesionales (sean ellos pagados o en la aberración de lo que se espera de aquellos que trabajan gratuitamente). Por lo tanto deberíamos insistir que el dinero no es solamente para ser acumulado, y que se establezca una lucha para lograr un lugar permanente en los presupuestos, sean ellos nacionales, provinciales o municipales.

En relación a la Justicia habría una serie de items que están flotando, ya que ella interviene en cuestiones cruciales de la salud mental, como la pérdida de la ciudadanía, el encierro, etc. Es urgente crear comisiones mixtas (agentes de la justicia y del área de salud mental) para “aggiornarse” en la actualidad de ciertos problemas en el campo de la salud mental y también para revisar puntos del Código Civil y del Código Penal que tocan o atañen a este campo.

Por todo esto es que una Ley Marco de Salud Mental debería contener todas estas intenciones.


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EB-Abanico. ABauleoyMBrasi

 

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